El pudding siempre era esa palabra inglesa que sonaba rica cuando la escuchábamos nombrar al camarero de restaurante. Era sinónimo de lugar fino al que mi padre nos llevaba de pequeños en alguna ocasión especial o cuando estábamos de vacaciones. Era una textura parecida al flan de huevo y en su interior te encontrabas fruta confitada, melocotón en almíbar y en los más exclusivos notabas el delicioso sabor de los piñones. Mi padre siempre ha preferido este postre con permiso del tocino de cielo , muy de nuestra tierra, al que a veces también le hacía reverencia cuando coronaba una copa de helado de La Ibense Bornay . Hace poco tiempo, en una comida familiar de cumpleaños, lo pidió después de mucho tiempo sin ver a mi familia y me recordó a mi niñez. Mientras lo probaba, pensaba que era ligero y que me gustaba su textura. -"Tengo que hacerlo"- le dije a mi hermano. Él me miró y sonreía porque sabía que a mi padre le encantaría la idea. La primera vez que lo hice p...
Hola a todos! Regresamos este último día de agosto con una receta de galletas de cacahuete que tenía en el tintero y con vistas a septiembre. Ha sido un verano algo loco, de mucho trabajo y proyectos, encuentros que se presentan con personas especiales, una escapada inesperada que te lleva a unas vistas del océano inmenso, la continuación de mi blog y muchas cosas que hacen que encuentre un cierto equilibrio que hacía tiempo no recuperaba. A partir de la elaboración de estas galletas, que fue la receta pre-covid, porque justo después me contagié por primera vez... hizo que la vida me trajera sorpresas que no esperaba. Casualidad o no, hoy rescato esta receta y me pongo al día justo para empezar septiembre. Un mes que siempre me ha gustado, es un nuevo recomenzar, o volver a la rutina. Un mes en el que podemos respirar a medias después de tanto turismo agotador en las calles, de tantas horas de más esperando en supermercados, tiendas, restaurantes, carreteras...Ahora nos to...