El pudding siempre era esa palabra inglesa que sonaba rica cuando la escuchábamos nombrar al camarero de restaurante. Era sinónimo de lugar fino al que mi padre nos llevaba de pequeños en alguna ocasión especial o cuando estábamos de vacaciones. Era una textura parecida al flan de huevo y en su interior te encontrabas fruta confitada, melocotón en almíbar y en los más exclusivos notabas el delicioso sabor de los piñones. Mi padre siempre ha preferido este postre con permiso del tocino de cielo , muy de nuestra tierra, al que a veces también le hacía reverencia cuando coronaba una copa de helado de La Ibense Bornay . Hace poco tiempo, en una comida familiar de cumpleaños, lo pidió después de mucho tiempo sin ver a mi familia y me recordó a mi niñez. Mientras lo probaba, pensaba que era ligero y que me gustaba su textura. -"Tengo que hacerlo"- le dije a mi hermano. Él me miró y sonreía porque sabía que a mi padre le encantaría la idea. La primera vez que lo hice p...
Se acerca el final de este año 2023 , un año lleno de ilusiones que hemos cumplido en mayor o menor medida. Aunque también ha sido un año de mucho estrés por muchos asuntos, sí que estoy agradecida en lo personal de muchas vivencias que he tenido este año. Regresé a Italia, mi paraíso personal, donde pude sentirme arropada en un concierto que dejó brotar todas mis emociones, sintiéndome como nueva por dentro. Revivir la magia de Venecia y la calidez de la gente de Verona no tiene comparación con el estrés que hemos vivido en el trabajo. Este viaje fue un buen contrapunto para seguir descubriendo lugares nuevos en Portugal. Ver la gruta de Benagil desde arriba impresiona tanto o más como visitarla en barca y los atardeces en Portimao son para enmarcar. Si os hablo de viajes cuando hago resumen de este año, es porque creo que experimento muy bonitas sensaciones cuando visito lugares que después me sirven de inspiración en mis recetas. Probar la gastronomía del lugar ...