Esta tarta ha sido siempre una de mis sueños. Cuando vivía en Escocia, me aficioné a un programa de cocina cuyo emblema era una tarta como ésta. Cada vez que sintonizaba The Great British Bake Off , la intro del programa finalizaba con una tarta de frambuesas y cerezas. Era el ejemplo de una tarta perfecta y el color rubí de las frambuesas llamaban poderosamente la atención. Me parecía muy difícil elaborar un pastel de estas características. Con altura, de chocolate con bizcocho húmedo y esponjoso, de cobertura brillante y cerezas como adorno. En esos años, del 2012 en adelante, fue cuando comencé mis pinitos como aficionada repostera y había cosas para las que tenía que prepararme previamente. Tenía miedos y desafíos que afrontar. Uno de ellos era la Pavlova , que pude elaborarla hace poco y me encantó su sabor y la experiencia indescriptible de hornear este postre de merengue divino acompañado de fresas. Otro postre que consideraba ideal era la tartaleta de manzana ...
Regresamos con fuerza y os propongo una receta que llevaba tiempo rondándome el pensamiento. Había visto algunas imágenes sobre este tipo de elaboraciones trenzadas y tenía mucha ilusión en poder elaborarlo. Ya comenté que Italia ocupa un lugar en mi corazón y quería recordar tiempos pasados elaborando repostería clásica italiana. Hablar del amor por las masas es hablar de las Hermanas Simili . Eran dos "sorelle" de la ciudad de canales escondidos, Bolonia, y cuna de una de las universidades más antiguas de Europa. Valeria y Marguerita aprendieron el oficio del pan desde pequeñas, en el obrador de la familia. Con los años abrieron su propia panadería. Su emoción por el oficio y el interés de los clientes, dieron lugar a una escuela de panadería que llegó hasta el New York Times a través de una alumna extranjera. Dándole fama mundial y publicando sus recetas en el libro "Pane e Roba Dolce" en 1996. Eran sabias defensoras de que el pan se podía h...