El pudding siempre era esa palabra inglesa que sonaba rica cuando la escuchábamos nombrar al camarero de restaurante. Era sinónimo de lugar fino al que mi padre nos llevaba de pequeños en alguna ocasión especial o cuando estábamos de vacaciones. Era una textura parecida al flan de huevo y en su interior te encontrabas fruta confitada, melocotón en almíbar y en los más exclusivos notabas el delicioso sabor de los piñones. Mi padre siempre ha preferido este postre con permiso del tocino de cielo , muy de nuestra tierra, al que a veces también le hacía reverencia cuando coronaba una copa de helado de La Ibense Bornay . Hace poco tiempo, en una comida familiar de cumpleaños, lo pidió después de mucho tiempo sin ver a mi familia y me recordó a mi niñez. Mientras lo probaba, pensaba que era ligero y que me gustaba su textura. -"Tengo que hacerlo"- le dije a mi hermano. Él me miró y sonreía porque sabía que a mi padre le encantaría la idea. La primera vez que lo hice p...
Esta semana viajamos a tierras italianas para traeros este pastel bicentenario: la torta paradiso. Fue allá por el siglo XVIII cuando el pastelero Enrico Vigoni creó una tarta de textura ligera a petición de un noble de la época en la ciudad italiana de Pavia, de la región lombarda. La exclamación "¡Qué paraíso!" de una señora al probarla, marcaron para siempre el nombre de esta tarta Paraíso debido a la sutileza de su miga y la fragancia de limón y vainilla que respira su textura. A simple vista quizás os parezca un bizcocho más, pero os aseguro que la textura y el sonido de jugoso que tiene es increíble. La maicena le da esa textura única que lo hace muy especial a nuestro paladar. Espolvoreamos con azúcar glass y tenemos un postre ideal para degustar solo o relleno de lo que más os guste. La pastelería Vigoni , que ha continuado la estela del pastelero de su mismo nombre, la sigue ofreciendo a los clientes como receta estrella. Cumplió firmemente el objetiv...