El pudding siempre era esa palabra inglesa que sonaba rica cuando la escuchábamos nombrar al camarero de restaurante. Era sinónimo de lugar fino al que mi padre nos llevaba de pequeños en alguna ocasión especial o cuando estábamos de vacaciones. Era una textura parecida al flan de huevo y en su interior te encontrabas fruta confitada, melocotón en almíbar y en los más exclusivos notabas el delicioso sabor de los piñones. Mi padre siempre ha preferido este postre con permiso del tocino de cielo , muy de nuestra tierra, al que a veces también le hacía reverencia cuando coronaba una copa de helado de La Ibense Bornay . Hace poco tiempo, en una comida familiar de cumpleaños, lo pidió después de mucho tiempo sin ver a mi familia y me recordó a mi niñez. Mientras lo probaba, pensaba que era ligero y que me gustaba su textura. -"Tengo que hacerlo"- le dije a mi hermano. Él me miró y sonreía porque sabía que a mi padre le encantaría la idea. La primera vez que lo hice p...
Hace varios años que el día de San Juan no pasa desapercibido. Antes era un día especial por el cumpleaños de mi hermano Carlos, que como nació en la noche de San Juan, mi madre decidió bautizarlo Juan Carlos. Ella decía que era una noche muy especial, de celebraciones, deseos, magia, entrada del verano y no podía dejarla pasar desapercibida. Esta noche siempre ha tenido ese significado especial ligado al sentimiento de lo mágico, los rituales , las verbenas, todas esas cosas que nos llaman la atención y que en muchos casos suceden alrededor de una hoguera. Una celebración, una charla, una confesión, una historia...todo legado a una noche que resume un poco de nuestra vida hasta el momento y da la entrada a un verano estrellado, augurando más noches como la vivida. Elaboré mi primera Coca de San Juan allá por 2012 si no recuerdo mal. Me llamó mucho la atención y nunca la había probado. Desde entonces, me gusta hacerla para estas fechas. Apetecen los sabores cítricos acomp...