Nunca fui de color rosa . No me llamaba la atención. Siempre he sido más del rojo. Sin embargo, hace unos años, comencé a sentir atracción por este color. El rosa empolvado me fascina y el rosa fucsia es el rey de mis veranos. Le cortaba el pelo a muchas Barbies como muchas niñas que jugaban a qué tipo de mujer eran. Hoy miro hacia atrás y pienso que quizás no fui la princesita que me habría gustado y que más bien fuí una princesa guerrera. "Las niñas ya no quieren ser princesas"... dice una canción de Sabina y hay mucho de cierto en ello. Muchas hemos sido encantadas y desencantadas millones de veces...ya sea por un amor, una amistad o cualquier situación dificultosa. Hablo en femenino porque son muchas las mujeres que han callado por diversos motivos y hoy, aunque te tilden de feminista con tintes de oportunista, lo manifiesto igualmente. Siempre he sido de esas niñas que quería ser princesa pero pensaba que no lo merecía o se sentía ridícula si lo hacía. Con el tiempo
Hola muy buenos días a todos!! Regresamos con fuerza e ilusión. Varios acontecimientos han dado un giro completo a mi vida y en estos momentos estoy empezando de cero junto a mi gatita Luna. Es duro comenzar de nuevo, he pensado en abandonar todo. Me he llevado varias semanas sin mucho apetito y la idea de hornear me daba náuseas.
Aunque he estado gestionando como he podido las redes sociales, me ha costado mucho volver a hornear, poder sentir esa ilusión que sentía antes. Sabía que podía ser cuestión de tiempo. Me ha costado pero casi un mes después, vuelvo con la misma o más ilusión que la última vez. Este blog, entre otras muchas cosas buenas que me ha aportado, siempre ha sido mi tabla de salvación. Cuando me he sentido triste, decepcionada, tenía ganas de escribir o he pasado una mala racha sin trabajo, ha sido mi forma de redimirme con algo que me encanta hacer...hornear y crear postres.
Lo que siempre me ha relajado se ha convertido en estas semanas en algo que me costaba un esfuerzo sobrehumano. Mis ánimos estaban esparcidos por toda la casa y poco a poco los he ido recogiendo con el apoyo de familiares y grandes amigos. He aunado toda la fuerza posible y aquí estoy de vuelta! Ayer me desperté súper decidida y la llama de mi horno volvió a prenderse, dispuesto a mostrar nuevas ideas e ilusiones que comparto a través de esta pequeña ventanita al mundo. Sé que no suelo hablar demasiado de mí y siempre escribo sin mucho tiempo y voy más directa a las recetas, pero tenía que contarlo. Gracias por leer estas palabras. Os cuento la receta de hoy.
Nos transportamos a la toscana, una región italiana que me fascina. Ya hemos llegado todos? Pues bien, en esta ocasión os traigo una receta de un producto que además está de temporada como son los piñones (me encantan, no puedo evitarlo). La torta pinolata es como se conoce en esta región a una tarta de piñones que es todo un clásico. Es una receta de ésas que se pasan de abuelas a hijas, de gran tradición y su origen procede de la zona del Chianti, más concretamente de la hermosa ciudad de Siena, gran referente pastelero en la toscana.
Existen varias versiones, una de ellas es con base de pastaflora pero hemos comenzado con la básica, la que se elabora en el día a día, como postre del domingo o para grandes ocasiones como la pascua o la navidad. Aprovechando que tenemos cerca la navidad, vamos preparando el ambiente con esta elaboración que os encantará acompañada de un buen café o vino dulce. Pasemos a la receta!
Para la foto he utilizado el mantel newtex Mykonos cortesía de La Pajarita. Podéis encontralo aquí |
Ingredientes: Para un molde de 20 cm.
- 150 grs. mantequilla punto pomada
- 200 grs. azúcar
- 200 grs. harina
- 1/2 bolsita de levaura química (8 grs.)
- 1 huevo + 3 yemas
- Ralladura de 1 limón
- pizca de sal
- 70 grs. de piñones
- 50 ml. de leche
Preparación:
En primer lugar disponemos los ingredientes. Comenzamos con los piñones. Ponemos una nuez de mantequilla en una sartén a fuego bajo y cuando se disuelva añadimos 50 grs. de piñones. Los vamos removiendo hasta que se doren. Reservamos.
A continuación batimos la mantequilla con el azúcar hasta que blanquee. Añadimos la ralladura del limón. Ahora es el turno de los huevos. Añadimos el huevo entero y las yemas de una en una mientras batimos.
Luego tamizamos la harina con la levadura y la pizca de sal e iremos agregando con moviemientos envolventes. Añadimos la leche en dos partes mientras vamos mezclando la harina.
Una vez todo bien integrado, es el turno de los piñones que teníamos reservados. Removemos bien para que se dispersen por toda la masa.
Engrasamos nuestro molde y precalentamos nuestro horno a 180 grados. Vertemos la masa y la aplanamos con la ayuda de una espátula. Decoramos con los piñones sin tostar y si queréis agregar más pues adelante! A mí con 20 gramos me vino bien.
Horneamos unos 40 minutos. El aroma que habrá en la cocina es una delicia! Comprobamos cuando el palillo salga limpio. Dejamos enfriar. Desmoldamos y listo!
Podéis espolvorearlo con azúcar glass si os apetece. Yo no lo hice para poder mostraros con detalle cómo quedaba el resultado final.
Este hermoso plato-blonda es el modelo Leonardo de Tus Blondas. Podéis encontralo aquí. |
Espero que os haya gustado la receta! Es ideal para quienes adoren los piñones y la textura es suave y esponjosa. Un placer para los sentidos. Os va a encantar! Animáos a hacerla en casa!
Para los preparativos navideños, os recomiendo dos páginas que os ayudarán a decorar vuestra mesa, como nos ofrece La Pajarita, como por ejemplo el mantel rojo que veis en la foto, modelo Mykonos que podéis encontrar en este enlace.
Si por otro lado buscáis hermosos platos, platos-blondas como el de las fotos o todo tipo de blondas, rodales, cajas para turrones, roscones y un largo etcétera, os recomiendo que visitéis la página de Tus Blondas, precios al por mayor para cualquier cliente, todo un lujo!
Vuelvo pronto con más recetitas navideñas! Un saludo muy dulce!
Maribel García 🍓
Comentarios
Publicar un comentario