Hola muy buenos días a todos!! Regresamos con una receta de ésas que me gustan a mí, con historia, de otro país y además deliciosa.
No sé si conocéis los maritozzi. Si habéis estado en Roma, quizás o suenen. Marito en italiano significa marido en nuestro idioma y estos pastelitos los regalaban los futuros maridos a sus prometidas. Introducían el anillo en su interior y regalaban este pastel a su chica. Mientras lo comía, le llegaría la sorpresa de la propuesta de matrimonio. ¿A que es bonita esta historia?
Me pareció muy curioso su origen por el nombre y además me parecen muy vistosos. No sé si hoy en día se seguirán haciendo propuestas con estos pasteles. Me gustaría pensar que sí. Los hay rellenos de casi todo lo que podéis imaginar. Nutella, crema de ferrero, trufa, pistacho...pero quería hacer el básico que es el de nata o con la panna como dirían en Italia. La masa es muy parecida al del brioche o bollito de leche. Una delicia para compartir o regalar. A mi abuela le han encantado.
La receta es de un amigo foodblogger napolitano que adoro, Antonio Pastry. Él los hace a menudo y crea miles de rellenos distintos, pero había que empezar por el clásico no? Un abbracio caro!
Y si queréis conocer con más detalle la historia de este bollito italiano, podéis leer el artículo de la sección Mujeres y Gastronomía de la revista Libelar donde lo cuento con más detalle.
Pasemos a la receta!
- 2 huevos
- 10 grs. sal
- 240 grs. leche entera o semi
- 25 grs. levadura fresca
- 70 grs. azúcar
- 70 grs. mantequilla
- ralladura de medio limón
- 1 cdta. vainilla en pasta
- 400 ml. nata para montar
Espero que os haya gustado la receta, hace tiempo que tenía ganas de hacerla y me he arriesgado a pesar de estas calores que ya sabéis que encender el horno en estos días cuesta bastante.
Un abrazo y volvemos muy prontito y por favor, sigamos siendo responsables. Ojalá y todo esto termine antes de lo que pensamos! Un saludo muy dulce!
Maribel García 🍓
Pues no conocía la historia de los maritozzi, que bonita, yo quiero que me regalen uno jajajaja y la verdad que tú receta de maritozzi la veo muy fácil de hacer, ya probaré ;)
ResponderEliminarMe alegra mucho que te guste la historia de estos pastelitos, Isa. Los hay de muchos sabores y son estili bollos suizos, deliciosos. Tienes que probarlos si viajas a Italia. Un saludo!
EliminarQue hermosura estos Maritozzi con nata. Y que linda historia! Por acá me quedo pensando también si aún algún romano se atrevería a pedir matrimonio a su chica escondiendo el anillo en uno de estos sabrosos panecillos.
ResponderEliminarSaludos,
Vero
Es una bonita historia. Pensemos que sí Vero, que aún existen estas propuestas a través de estos dulces tan especiales. Tengo que preguntarle a algún romano. Te mando un abrazo!
EliminarQué bonita la historia de los maritozzi, ojalá que se sigan haciendo propuestas de matrimonio con ellos porque me parece muy romántico por el significado y la tradición que tienen. Los que llevan nata me parecen deliciosos pero ha sido leer crema de Ferrero y se me hace la boca agua! Tengo que probar ambos!!!
ResponderEliminarMaría
La verdad es que sí, María. Que aunque llame la atención los clásicos de nata, ya si leemos que se rellenan de crema Ferrero o de pistacho para de contar...uno de cada! Un abrazo bonita!
EliminarQue hermosos bollos y que buena la historia! Eso si que está de película verdad? Y pues a prepararlos, la receta se ve sencilla y tienen una pinta buenísima.
ResponderEliminarMil gracias Silvia. Son de película y la receta es similar a la de los bollos suizos, con la diferencia de la sorpresa especial del anillo. Gracias por comentar.
EliminarAy Maribel, me imaginé atragantándome con el anillo o peor aún: partiéndome un diente y me he reído como loca. al marge de eso, no conocía la historia ni estos dulces. Te quedaron hermosos.
ResponderEliminarMe alegra mucho que te haya gustado la historia. Qué linda eres al imaginar esas cosas. Son deliciosos Enriqueta. Tienes que probarlos cuando vayas a Roma ^^
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