Schiacciata alla fiorentina

Buenas tardes, regresamos con una receta tradicional toscana: la schiacciata alla fiorentina. Como bien he comentado en otras ocasiones y a través de mis recetas, la cocina italiana me fascina al igual que sus postres. Soy fan incondicional de las hermanas Simili, que descubrí haciendo mi primera Torta Angélica y también me marcó la estancia en la toscana mientras estudiaba italiano, que me ayudó a conocer y entender mejor esta cultura que hoy forma para de mi día a día. 

Esta región me enamoró y, aunque he estado en más lugares de este país, ningún monumento me fascina más que el Duomo de Florencia. Esa cùpula de ladrillos anaranjados me hace soñar cuando la veo. Cada vez que tengo tiempo, indago y busco recetas de las diferentes regiones que me encanta versionar y contar su historia como fue el caso de las chiacchiere de carnaval de las provincias de Véneto y Lombardía o el casatiello dulce napoletano. En esta ocasión, continuamos con otro referente de la repostería toscana clásica. Y es que además de la pinolata toscana, la Schiacciata es un bizcocho que se prepara en carnaval o en ocasiones especiales. 

La palabra schiacciata, proviene del verbo schiacciare que significa aplastar o comprimir, dada la forma de pastel restangular y sin copete. La versión antigua llevaba levadura de cerveza y strutto o manteca de cerdo y constaba de varios levados. Esta versión es más rápida y moderna, adaptada a los nuevos tiempos y con un sabor igualmente genuino cuyo perfume a naranja embriagará a todos los paladares. También como curiosidad he de decir que existe la schiacciata salada y es parecida a la focaccia, algo que tenemos que probar en nuestro próximo viaje.  

Me llamó la atención la decoración de este pastel, que lo hace único y reconocible de la región toscana, al representar el giglio fiorentino en el centro con cacao en polvo. El giglio es el iris, la flor estandarte y emblema de la ciudad de Florencia, capital de este región. Es un simbolismo que podríamos comparar con la cruz de Santiago de la famosa torta de almendras gallega. El iris siempre ha rodeado la historia de esta ciudad, fundada en primavera por los romanos que rendían homenaje a la diosa Flora y quizás por la abudancia de este tipo de flores en aquella zona. Este emblema, que está reprensentado en muchos monumentos de la ciudad, que ha pervivido a lo largo de los siglos y a los diferentes mandatos que han gobernado esta ciudad, forma parte de la bandera actual, un iris rojo sobre fondo blanco, símbolo de unión de los fiorentinos. 

Después de esta pequeña referencia histórica pasamos a la receta. Encendemos el horno y vamos rallando una naranja ...¡que comenzamos!

Ingredientes: 

- 300 grs. harina

- 16 grs. levadura en polvo

- 3 huevos

- 225 grs. azúcar

- ralladura y zumo de 1 naranja

- 90 grs. leche

- 50 grs. aceite de oliva

- 1 vaina de vainilla

- azúcar glass y cacao en polvo para decorar

Preparación: 

Para empezar, rallamos la naranja y exprimimos el zumo. Reservamos.

Continuamos con la masa de nuestra elaboración, para ello batimos los huevos con el azúcar y la vaina de vainilla, hasta obtener una crema bein montada.

Después, agregamos la ralladura de naranja y seguimos batiendo seguido del aceite en hilo para crear emulsión. Una vez que se haya integrado todo el aceite, agregamos el zumo de naranja de igual manera, en hilo y, cuando esté bien mezclado, entonces agregaremos la leche a temperatura ambiente o tibia si es posible. 

Una vez mezclados todos los ingredientes líquidos, continuamos con la harina y la levadura, que tamizaremos previamente. Añadimos en varias veces, nunca de golpe. 

No añadimos la siguiente tanda hasta que no esté bien integrada la anterior. A continuación vertemos en un molde rectangular tipo brownie, bien engrasado o cubierto de papel de hornear. 

Horneamos a 180 grados entre 40-45 minutos en modo tradicional, sin ventilación. Comprobamos la cocción con el palillo. Dejamos enfriar en la rejilla. Decoramos con azúcar glass primero y luego colocamos la plantilla  en el centro y haremos el giglio en el centro con cacao en polvo. Buon appetito!

El resultado es un bizcocho suave y fragante a naranja que fascina y que, junto al toque de azúcar glass y sobre todo de cacao en polvo, encantará a toda la familia. Además de ser un pastel tradicional, es muy sencillo y fácil de repartir a la familia o compartir en meriendas o desayunos de los domingos. 

Os animo a probar recetas de otros países que, como ésta, tienen una bonita historia detrás además de un gran sabor. Para mi es un placer descubrir juntos este tipo de joyas de la repostería tradicional italiana. Seguiremos investigando para presentaros más propuestas como ésta. Espero que os guste, ya me decís en comentarios si os animáis a prepararla. 

Os mando un abrazo muy fuerte.

 

Maribel García 🍓🍓🍓