Llevaba años queriendo hacer esta receta alemana. Compré el molde de Nordic Ware por la forma sin saber que su nombre estaba relacionado con un pastel tan parecido al panettone, aunque la primera receta que elaboré con él fue el pandoro.
Calificaría al Kugelhopf como el panettone alemán, salvando las distancias por supuesto, con el italiano. Su sabor y textura suave lo recuerda y mucho y no es de extrañar que se haya extendido a otros países como Polonia, Suiza o Austria, sorprendiendo a la mismísima reina María Antonieta, que lo llevó también a Francia.
Tiene su día nacional en el país galo. Además de contar con su sofisticada patisserie, el kugelhopf es muy típico de la región francesa de alsacia, concretamente en Ribeauvillé. En esta localidad se celebra cada año varios eventos dedicados a esta elaboración. En primavera, la Confrérie des Rois Mages (cofradía de los reyes magos), organiza un concurso de repostería ambientado en la época, con ropajes de reyes y ambientación estilo medieval. También tiene su propio día en junio, donde se celebra la Fiesta del Kugelhopf también conocido como Kouglof.
Su nombre "Kugel" significa sombrero y "hopf" levar, así que es sin duda un sobrero alto, como el que llevan los Reyes Magos en la Navidad y a la que se rinde homenaje con esta receta creada varios siglos atrás.
Aunque su origen se atribuye a la alsacia francesa como hemos visto, lo cierto es que hay otros países como Polonia, Austria o Alemania, donde también se elaboran en estas fechas y que cuentan con esta especialidad en sus recetarios. Esto pone en duda dónde se originó realmente.
Hay varias leyendas e historias sobre cuándo se originó esta receta. Unas dicen que un rey mago perdió la corona en su camino para ver al niño Jesús y un panadero la utilizó como molde, otras historias dicen que cuando se dirigían hacia Colonia, pararon en Alsacia donde les atendió un hombre muy amable que se llamaba Kugel, creando los reyes este pastel como agradecimiento a este encuentro. Sea cual sea el origen, real o mágico, lo cierto es que su forma recuerda a la corona de los Reyes Magos y se consume el día de Navidad, el 25 de diciembre, generalmente en el desayuno, acompañado de mermeladas o confituras.
Mi versión lleva pasas y gotas de chocolate aunque se puede encontrar con más frutos secos o fruta escarchada. Va decorado con almendras fileteadas aunque también podéis disponerlas enteras en cada punta del turbante.
Pasamos a la receta. ¡Ya veréis qué delicia!
Ingredientes:
Prefermento:
100 grs. harina fuerza
25 grs. levadura fresca
60 ml. leche
Segunda masa:
600 grs. harina de fuerza
85 grs. azúcar
8 grs. sal
2 huevos y 1 yema
300 ml. leche tibia
100 grs. mantequilla punto pomada
60 ml. ron o licor de cerezas
75 grs. pasas
75 grs. pepitas de chocolate
Almendras fileteadas y azúcar glas para decorar
Por la mañana, añadimos a un bol la harina, el azúcar, la sal, los huevos y la leche tibia junto al prefermento. Amasamos hasta mezclar bien todos los ingredientes. Añadimos la mantequilla en dados poco a poco. Nos debe quedar una masa suave y elástica. Por último, añadimos las pasas y el chocolate.
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