El día de mi Cumpleaños siempre ha sido muy particular. Como es a mitad de verano, no podía celebrarlo en clase o aprovechar la época escolar para reunir a los compañeros. Cuando hacía una merienda, algunas amigas estaban de vacaciones o estaban en la playa y se unían más tarde o no llegaban. Me he visto a solas con el pastel esperando a que llegaran mis invitados y, aunque había algunas bajas, sí que cuando fui cumpliendo más edad era más fácil celebrarlo. Entraban otros horarios en juego además de la tradicional merienda y sí que he vivido momentos bonitos y especiales. Aún así, no podré olvidar a mi padre cuando llegaba con una tarta rectangular grande de merengue, con cobertura de chocolate y letras de " Feliz Cumpleaños Maribel " en crema. Cuando la tarta nos parecía casi tan grande como nosotros, cuando la acompañábamos con Coca-Cola o Colacao fresquito y con esas amigas que sacrificaban planes veraniegos para acompañarme en una cálida tarde de julio. Este año...
Regresamos con una receta clásica de Reino Unido. Hace tiempo que quería hacerla. Es de esas recetas que has hecho una y otra vez y no has encontrado tiempo ni lugar para publicarla. Cuando estuve viviendo en Edimburgo trabajé unos meses en un obrador. Fue mi primer contacto con los scones. Se fue estrechando este contacto, hasta el punto que los elaboraba a diario. Muchas veces fue mi cena durante ese tiempo que estuve en la bakery . Hoy ya en España, me vienen los recuerdos y me pongo a pensar en cómo es posible que no haya publicado una entrada con estos panecillos ingleses que, junto a los Hot cross buns que ya publiqué en otra ocasión, son los bollitos o buns más conocidos de Reino Unido. Ya sean en Escocia o Inglaterra, son un básico aunque he de decir que en Escocia, vi que los hot cross buns son mucho más consumidos aunque en cualquier buffet o desayuno encuentras scones. Los más típicos. Podría decirse que no hay nada más inglés que un Scone aunque su origen ...