El calor nos ha llegado de repente y casi no nos hemos enterado de la primavera. Después de un mes de marzo de mucha lluvia, estamos en un abril algo atípico con respecto a las temperaturas. Espero que cambie un poco el tiempo y podamos disfrutar de una merecidísima primavera. Llevo un tiempo pachucha por varias cuestiones que me han tenido algo baja de moral. Estoy remontando como puedo pero no quiero dejar de lado este mundo dulce que tantas alegrías me da. A veces la vida te da golpes que no esperas y sientes que pierdes las fuerzas. Mi blog ha sido siempre una vía de escape, mi paraíso personal o ventana al mundo como me gusta llamarlo. Encender el horno siempre lleva una parte de magia porque no sabemos el resultado de nuestra receta hasta pasado un tiempo. Es precisamente esa magia la que me da fuerzas y la que me ayuda a experimentar, a buscar nuevas historias tradicionales nuestras o de otras culturas que me fascinan. Regresamos con una mezcla que hacía tiempo me rondaba la
Hola muy buenas tardes a todos! Regresamos con una receta tipo old-fashioned , de ésas tartas clásicas que alguna vez hemos visto el algún sitio. Las podríamos catalogar incluso como vintage , según las modas culinarias que nos rodean. Es una receta de origen americano, de cocina estilo sureña que representa un modo de vida familiar, coqueto y dulce. No es difícil imaginar a la ama de casa hace unas décadas con un delantal de estilo de Jessie Steele y unas manoplas de horneado, mientras deja en la rejilla una tarta de éstas características. Es un estilo de cocina y repostería que sigue vigente y se ha convertido en un clásico en nuestros días. Tenemos otras versiones como la Tatin que, aunque con otros ingredientes, representa una tarta de fruta del revés y no sólo eso, animo a que hagáis esta versión pero con otras frutas como peras o melocotones . Está a medio camino entre un clafoutis y una tatin, es propiamente un bizcocho, pero con una esponjosidad y humedad que os enamorará.