El día de mi Cumpleaños siempre ha sido muy particular. Como es a mitad de verano, no podía celebrarlo en clase o aprovechar la época escolar para reunir a los compañeros. Cuando hacía una merienda, algunas amigas estaban de vacaciones o estaban en la playa y se unían más tarde o no llegaban. Me he visto a solas con el pastel esperando a que llegaran mis invitados y, aunque había algunas bajas, sí que cuando fui cumpliendo más edad era más fácil celebrarlo. Entraban otros horarios en juego además de la tradicional merienda y sí que he vivido momentos bonitos y especiales. Aún así, no podré olvidar a mi padre cuando llegaba con una tarta rectangular grande de merengue, con cobertura de chocolate y letras de " Feliz Cumpleaños Maribel " en crema. Cuando la tarta nos parecía casi tan grande como nosotros, cuando la acompañábamos con Coca-Cola o Colacao fresquito y con esas amigas que sacrificaban planes veraniegos para acompañarme en una cálida tarde de julio. Este año...
Esta tarta ha sido siempre una de mis sueños. Cuando vivía en Escocia, me aficioné a un programa de cocina cuyo emblema era una tarta como ésta. Cada vez que sintonizaba The Great British Bake Off , la intro del programa finalizaba con una tarta de frambuesas y cerezas. Era el ejemplo de una tarta perfecta y el color rubí de las frambuesas llamaban poderosamente la atención. Me parecía muy difícil elaborar un pastel de estas características. Con altura, de chocolate con bizcocho húmedo y esponjoso, de cobertura brillante y cerezas como adorno. En esos años, del 2012 en adelante, fue cuando comencé mis pinitos como aficionada repostera y había cosas para las que tenía que prepararme previamente. Tenía miedos y desafíos que afrontar. Uno de ellos era la Pavlova , que pude elaborarla hace poco y me encantó su sabor y la experiencia indescriptible de hornear este postre de merengue divino acompañado de fresas. Otro postre que consideraba ideal era la tartaleta de manzana ...