El día de mi Cumpleaños siempre ha sido muy particular. Como es a mitad de verano, no podía celebrarlo en clase o aprovechar la época escolar para reunir a los compañeros. Cuando hacía una merienda, algunas amigas estaban de vacaciones o estaban en la playa y se unían más tarde o no llegaban. Me he visto a solas con el pastel esperando a que llegaran mis invitados y, aunque había algunas bajas, sí que cuando fui cumpliendo más edad era más fácil celebrarlo. Entraban otros horarios en juego además de la tradicional merienda y sí que he vivido momentos bonitos y especiales. Aún así, no podré olvidar a mi padre cuando llegaba con una tarta rectangular grande de merengue, con cobertura de chocolate y letras de " Feliz Cumpleaños Maribel " en crema. Cuando la tarta nos parecía casi tan grande como nosotros, cuando la acompañábamos con Coca-Cola o Colacao fresquito y con esas amigas que sacrificaban planes veraniegos para acompañarme en una cálida tarde de julio. Este año...
Estamos en pleno verano y me declaro fan de los cocktails . Ayer mismo fue mi cumpleaños y culminamos el día en una terraza a pie de playa con una piña colada. Para mí no hay mejor fin de fiesta. Los cócteles tienen esa magia que, mientras los compartes, encierran muchas confesiones, opiniones, revelaciones o sueños por cumplir de por medio. Son testigos de muchas de nuestras conversaciones y nos acompañan cuando estamos en ocasiones especiales o salimos algún día ya sea con nuestra pareja, amigas o algún familiar. Triunfan en las noches de chicas y hace tiempo que dejé de beber copas combinadas porque me gusta mucho esa creación de bebidas ligada a la mezcla de ingredientes que lo hacen únicos e irrepetibles. Cada uno de ellos tienen un origen y una historia de por qué fue creado o a quién se le ocurrió cierta combinación de sabores. El boom sin duda fue en los '80 y nombres tan curiosos como Sex On The Beach , Shirley Temple o Cosmopolitan tienen algo que contar. L...