El calor nos ha llegado de repente y casi no nos hemos enterado de la primavera. Después de un mes de marzo de mucha lluvia, estamos en un abril algo atípico con respecto a las temperaturas. Espero que cambie un poco el tiempo y podamos disfrutar de una merecidísima primavera. Llevo un tiempo pachucha por varias cuestiones que me han tenido algo baja de moral. Estoy remontando como puedo pero no quiero dejar de lado este mundo dulce que tantas alegrías me da. A veces la vida te da golpes que no esperas y sientes que pierdes las fuerzas. Mi blog ha sido siempre una vía de escape, mi paraíso personal o ventana al mundo como me gusta llamarlo. Encender el horno siempre lleva una parte de magia porque no sabemos el resultado de nuestra receta hasta pasado un tiempo. Es precisamente esa magia la que me da fuerzas y la que me ayuda a experimentar, a buscar nuevas historias tradicionales nuestras o de otras culturas que me fascinan. Regresamos con una mezcla que hacía tiempo me rondaba la
Hola muy buenas tardes a todos!!! Vuelvo con una receta ancestral con motivo del día de Santiago Apóstol. De ésas que te sientes especial al prepararla porque sabes que ha significado y significa mucho en la cultura gallega y porque es un referente de las tartas clásicas de nuestro país. Aunque ya la había elaborado anteriormente sin darme tiempo a hacer fotos porque desapareció esa misma tarde, os la traigo ahora para aportar mi granito de arena y comentar que es una verdadera delicia. El truco está en sacarla en el punto en que está dorada y esponjosa. Le he añadido a mi versión un toque de amaretto, os aseguro que está deliciosa. Podéis consultar el documento oficial del BOE sobre la tarta de Santiago para obtener más información acerca de la elaboración de este postre, que ha obtenido el registro de indicación geográfica protegida. En mi caso he hecho la versión sin el forro de hojaldre. Denominada en el s. XVI como Torta Real en el contexto de la Universidad de Santiago, p