Nunca fui de color rosa . No me llamaba la atención. Siempre he sido más del rojo. Sin embargo, hace unos años, comencé a sentir atracción por este color. El rosa empolvado me fascina y el rosa fucsia es el rey de mis veranos. Le cortaba el pelo a muchas Barbies como muchas niñas que jugaban a qué tipo de mujer eran. Hoy miro hacia atrás y pienso que quizás no fui la princesita que me habría gustado y que más bien fuí una princesa guerrera. "Las niñas ya no quieren ser princesas"... dice una canción de Sabina y hay mucho de cierto en ello. Muchas hemos sido encantadas y desencantadas millones de veces...ya sea por un amor, una amistad o cualquier situación dificultosa. Hablo en femenino porque son muchas las mujeres que han callado por diversos motivos y hoy, aunque te tilden de feminista con tintes de oportunista, lo manifiesto igualmente. Siempre he sido de esas niñas que quería ser princesa pero pensaba que no lo merecía o se sentía ridícula si lo hacía. Con el tiempo
Hoy es 25 de Julio y regresamos con una receta ancestral con motivo del día de Santiago Apóstol. Santiago el Mayor fue uno de los discípulos de Jesucristo que, tras su muerte, vino a Hispania, la España de entonces, a predicar la palabra cristiana. A su regreso a Palestina, el rey Herodes lo mandó decapitar ante las denuncias de los judíos y sus discípulos trayeron sus restos de vuelta a las tierras gallegas. Se comenta que está enterrado en el subsuelo de la Catedral de Santiago junto a sus discípulos. Convirtiéndose esta catedral en uno de los lugares de peregrinaje más importante de la Cristiandad.
El Camino de Santiago es una ruta natural de muchos kilómetros divididos en varios tramos que los peregrinos realizan en varias jornadas, según desde dónde se inicie. La recompensa es llegar a la ciudad de Santiago de Compostela para encontrar, en la Plaza del Obradoiro, la majestuosidad de la Catedral de Santiago que comprende los estilos de románico, gótico y barroco. El Pórtico de la Gloria, nos da la bienvenida y se nos presenta como una obra iconográfica del Maestro Mateo sobre la salvación del hombre.
La tarta de Santiago es de ésos postres que te sientes especial al prepararlos porque sabes que ha significado y significa mucho en la cultura gallega, es el emblema de esta ciudad además de un referente de las tartas clásicas de nuestro país. Está elaborada con almendra, fruto seco utilizado en elaboraciones para las clases más pudientes hace unos siglos.
Denominada en el s. XVI como Torta Real en el contexto de la Universidad de Santiago, pasó a conocerse como Tarta de Almendra en libros de cocina del s, XIX, apareciendo en El Confitero y el Pastelero de Eduardo Merín. En el s. XX la confitería compostelana Casa Mora comenzó, en los años '20, a adornar las tartas con la silueta de la Cruz de Santiago, convirtiéndose de este modo en un gran éxito entre los obradores de la época que perdura hasta nuestros días.
Aunque ya la había elaborado anteriormente sin poder hacer fotos porque desapareció esa misma tarde, os la traigo en esta ocasión con más calma para poder disfrutar de su sabor y su historia. El truco está en sacarla en el punto en que está dorada y esponjosa. Le he añadido a mi versión un toque de amaretto, os aseguro que está deliciosa. Podéis consultar el documento oficial del BOE sobre la tarta de Santiago para obtener más información acerca de la elaboración de este postre, que ha obtenido el registro de indicación geográfica protegida. En mi caso he hecho la versión sin el forro de hojaldre, ya que podéis encontrar la tarta en dos versiones.
En resumidas cuentas es un postre con siglos de historia que hoy tenemos el privilegio de seguir elaborando.
¡Pasemos a la receta!
Ingredientes: (Molde de 20-22 cm.)
- 5 huevos
- 250 gramos de almendra molida (marcona)
- 250 gramos de azúcar
- ralladura de medio limón
- pizca de canela
- 1 chorrito de amaretto
- azúcar glass para decorar
Preparación: En primer lugar disponemos los ingredientes. Es una preparación muy sencilla que no necesita de muchos accesorios. Con un bol y una espátula es suficiente.
Añadimos la almendra, ralladura de limón y la canela y el azúcar en un bol y mezclamos con la ayuda de una espátula o tenedor.
Luego añadimos los huevos y lo mezclamos todo bien. No hace falta que tenga volumen, con la ayuda de la espátula es suficiente.
Una vez que tengamos la masa homogénea engrasamos el molde y añadimos.
Precalentamos el horno a 180 grados y horneamos unos 40 minutos. Todo dependerá del tipo de horno. La retiraremos cuando esté doradita y el palillo salga limpio. Dejamos enfriar.
Espolvoreamos con azúcar glass con la ayuda de un colador. Con una capa fina es suficiente.
La plantilla de la cruz de Santiago la podéis obtener aquí. La recorté y la tengo guardada para más ocasiones, ya que es una tarta que horneo más de una vez al año.
Hay que que ser algo delicado a la hora de retirar la plantilla para que nos quede el acabado perfecto. Os aconsejo retirar el stencil por las puntas de arriba y abajo. La tarta se conserva a temperatura ambiente unos 3 días. Conservar en recipiente hermético o con campana de cristal.
Es una verdadera delicia y os recomiendo hacerla si no la habéis hecho nunca. Es la tarta favorita de mi abuela. La he hecho en muchos de sus cumpleaños utilizando plantillas diferentes. Si te gusta la almendra o eres una persona intolerante al gluten, disfrutarás de esta tarta histórica al no llevar harina entre sus componentes.
Por mi parte, tengo que hacer nuevas versiones como sería la tarta Caprese, a la que añadimos cacao entre otras variantes. Seguiremos indagando y probando recetas para mostraros el resultado y que podáis elaborar en casa sin ninguna dificultad.
Vuelvo pronto con más recetitas! Feliz verano a todos!
Maribel García 🍓
Siempre hago la tarta de Santiago porque soy Gallega y es típica de mi zona y está riquísima 👏👏👏 Un beso enorme Bela
ResponderEliminarMe alegra que sea un postre de tu zona Bela, ya me cuentas si hay mucha diferencia con la receta que haces normalmente. Un abrazo bonita!
EliminarComo buena Gallega que soy me encanta la tarta de Santiago y siempre que tengo la oportunidad la preparo porque es súper fácil y queda riquísima. Un beso enorme. Bela
ResponderEliminarEs un gran postre y no tengas duda en compartir algún tip conmigo como buena gallega que eres. Un saludo!!
EliminarMe encanta la tarta De Santiago y oye genial el truco para quitar la plantilla y que quede perfecta! Tengo una duda con respecto a la almendra, para que sea almendra marcona la puedo moler yo misma, se hace en crudo o tostada?
ResponderEliminarLa puedes moler tu misma, es almendra molida y no hace falta que la tuestes. Se añade en crudo para que luego se cueza al horno. Puedes hacerla con otro tipo de almendras, se recomienda marcona porque es la típica de nuestro país. Un abrazo María!
EliminarMe encanta esta tarta De Santiago y además es perfecta para preparar si tienes invitados que no tomen gluten porque es pura almendra.
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