El día de mi Cumpleaños siempre ha sido muy particular. Como es a mitad de verano, no podía celebrarlo en clase o aprovechar la época escolar para reunir a los compañeros. Cuando hacía una merienda, algunas amigas estaban de vacaciones o estaban en la playa y se unían más tarde o no llegaban. Me he visto a solas con el pastel esperando a que llegaran mis invitados y, aunque había algunas bajas, sí que cuando fui cumpliendo más edad era más fácil celebrarlo. Entraban otros horarios en juego además de la tradicional merienda y sí que he vivido momentos bonitos y especiales. Aún así, no podré olvidar a mi padre cuando llegaba con una tarta rectangular grande de merengue, con cobertura de chocolate y letras de " Feliz Cumpleaños Maribel " en crema. Cuando la tarta nos parecía casi tan grande como nosotros, cuando la acompañábamos con Coca-Cola o Colacao fresquito y con esas amigas que sacrificaban planes veraniegos para acompañarme en una cálida tarde de julio. Este año...
Regresamos con fuerza y os propongo una receta que llevaba tiempo rondándome el pensamiento. Había visto algunas imágenes sobre este tipo de elaboraciones trenzadas y tenía mucha ilusión en poder elaborarlo. Ya comenté que Italia ocupa un lugar en mi corazón y quería recordar tiempos pasados elaborando repostería clásica italiana. Hablar del amor por las masas es hablar de las Hermanas Simili . Eran dos "sorelle" de la ciudad de canales escondidos, Bolonia, y cuna de una de las universidades más antiguas de Europa. Valeria y Marguerita aprendieron el oficio del pan desde pequeñas, en el obrador de la familia. Con los años abrieron su propia panadería. Su emoción por el oficio y el interés de los clientes, dieron lugar a una escuela de panadería que llegó hasta el New York Times a través de una alumna extranjera. Dándole fama mundial y publicando sus recetas en el libro "Pane e Roba Dolce" en 1996. Eran sabias defensoras de que el pan se podía h...