El día de mi Cumpleaños siempre ha sido muy particular. Como es a mitad de verano, no podía celebrarlo en clase o aprovechar la época escolar para reunir a los compañeros. Cuando hacía una merienda, algunas amigas estaban de vacaciones o estaban en la playa y se unían más tarde o no llegaban. Me he visto a solas con el pastel esperando a que llegaran mis invitados y, aunque había algunas bajas, sí que cuando fui cumpliendo más edad era más fácil celebrarlo. Entraban otros horarios en juego además de la tradicional merienda y sí que he vivido momentos bonitos y especiales. Aún así, no podré olvidar a mi padre cuando llegaba con una tarta rectangular grande de merengue, con cobertura de chocolate y letras de " Feliz Cumpleaños Maribel " en crema. Cuando la tarta nos parecía casi tan grande como nosotros, cuando la acompañábamos con Coca-Cola o Colacao fresquito y con esas amigas que sacrificaban planes veraniegos para acompañarme en una cálida tarde de julio. Este año...
Nos acercamos al final del año. La Nochevieja es de los momentos más especiales sin duda. Cada año, me gusta hacer balance mental el 31 de diciembre. Siempre pienso en las últimas horas del año como algo especial. Han tenido gran significado para mí. Hace una década, siempre escribía mis pensamientos y reflejaba sobre el papel o sobre la pantalla cómo me sentía y a qué cosas aspiraba para el próximo año. Ahora suelo trabajar en esas horas o es más difícil encontrar ese espacio para mí misma aunque intento lograrlo. Siempre encuentro algo de tiempo para pensar en las cosas prósperas y los bellos momentos que me ha aportado 2024 , dejando de lado los malos momentos o sinsabores. Estamos preparados para dar la vuelta a la página y es preciso reescribir aquellos sueños y deseos que se quedaron en el tintero. Quedan pocas horas para que ésto suceda y es por eso que incluyo las estrellas en mi postre. Una vez, un amigo a quién no veo hace tiempo, me regaló una estrella de ...