Me cuesta soportar cada año el ajetreo previo a las navidades. Hace unos días, estábamos a 19 de diciembre y fui a pasar el día libre con mi madre. Además de ver un espectáculo de caballos, muy populares en mi zona al que nos había invitado la empresa donde trabajo, decidimos pasar por el centro comercial a comprar un par de cosas en el supermercado. Cuál fue mi estupor al descubrir, que la sección de polvorones y turrones, tan bonita y de ensueño como lucía decorada días atrás, parecía hacer recibido un viento huracanado. Estaba arrasada, además del trajín de mucha gente de un lado a otro. Estas fechas me generan estrés y no quería que me contagiase en mi día libre, que ya para estresarme está el trabajo con la avalancha de personal que viene a divertirse por zambomba este año. No sé si seré yo una extraña criatura o es que me gusta vivir en mi torre de marfil como escribiera Rubén Darío , pero lo cierto es que me gusta vivir y recordar las navidades a mi manera....
Oh la là! Regresamos este mes de junio con una receta con mucho glamour. En Francia las magdalenas se las conocen como madeleines. Delicadas, con bonito dorado y forma de concha. No pueden ser más chic aunque sus ingredientes sean similares a las nuestras, sólo que no puede faltar el ingrediente básico de la repostería del país galo como es la mantequilla.
Las podemos encontrar clásicas y decoradas de muchas formas. Con cobertuta de chocolate o incluso rellenas. Y si nos vamos a la pastelería boutique Le Comptoir del Hotel Ritz de París, descubriremos una versión increíble de este básico de la repostería francesa creada por el maestro pastelero François Perret que es digna de admiración. ¡Es sin duda algo que tengo apuntado para mi próxima visita a París!
En esta ocasión, recreamos a nuestra manera el colorido de películas como Maria Antonieta de Sofia Coppola para presentar esta bandeja surtida de madeleines. Participamos con esta propuesta en el reto sobre repostería y cine que nos plantea Food Fiction Division en Instagram.
Son madeleines clásicas de sabor a vainilla, algunas espolvoreadas con azúcar glass y otras cubiertas con chocolate blanco y toque de colorante que les da un tono rosado. Las he decorado con pistachos, que me encanta como combinan con el chocolate, y con unas bolitas de sabor a frambuesa. No os las perdáis!
- 3 huevos
- 150 grs. azúcar
- 1 cda. vainilla en pasta o extracto
- 200 grs. harina
- 10 grs. levadura química
- 50 grs. leche
- 100 grs. mantequilla fundida
Para la cobertura o decorado:
- 100 grs. chocolate blanco cobertura
- colorante de repostería rojo
- azúcar glass, pistachos troceados y sprinkles de frambuesa para decorar
Preparación: Comenzamos batiendo los huevos con el azúcar. No dejamos de batir hasta que se hagan una crema. Añadimos la vainilla. A continuación agregamos la leche en dos veces.
Una vez bien integrados todos los ingredientes, añadimos la harina junto con la levadura tamizadas.
Finalizamos con la mantequilla derretida que verteremos en varios pasos.
Engrasamos nuestro molde de madeleines y rellenamos 2/3 de su capacidad. Horneamos unos 15 minutos a 180 grados. Retiramos una vez que estén doradas.
Dejamos enfriar completamente en una rejilla.
Para la cobertura: Disolvemos el chocolate blanco al que una vez atemperado y bien mezclado, añadiremos unas gotas de colorante para obtener un color rosado. Sumergimos la mitad de nuestras madeleines y vamos disponiendo en una rejilla. Las podemos dejar así lisas o decorar con frutos secos o sprinkles como podéis ver en las fotos.
Conservamos en un recipiente hermético unos 3-4 días. Bon appétit!
Espero que os guste la receta. Es más sencilla de lo que parece. Lo más original es encontrar un molde adecuado que os guste y las ideas sobre cómo decorarlas harán volar vuestra imaginación. Hay muchas combinaciones posibles. En mi recetario podéis encontrar también la versión clásica con pepitas de chocolate y la versión en chocolate.
Son una delicia y se acaban en un pis pas, os lo aseguro. Son ideales como desayuno. Acompañadas de un buen té o café te sentirás como en Versalles.
¡Un abrazo! Vuelvo pronto con más propuestas.
Maribel García 🍓🍓🍓
Que ricas son las madeleines, se ven tan esponjaditas que se antojan! tengo que prepararlas para acompañar mi café de la mañana.
ResponderEliminarMuchas gracias Blanca! Van ideales para el desayuno!! 😍
EliminarQue glamour el de estas madeleines. Me enamore de esas decoradas con pistachos. Que ganas de ir a Paris!
ResponderEliminarMuchas gracias, Un placer que te gusten ;) Las de pistachos son delicatessen total. Si no has ido a París te recomiendo que vayas cuando puedas, es un bombón de ciudad. A mí me enamoró. Un saludo!
EliminarTe han quedado unas madeleines con muchísimo glamour!!! Me encanta la combinación con los pistachos, seguro que ese toque crujiente igual que el de las bolitas de frambuesa le queda de maravilla. Probaré a hacerlas muy pronto!
ResponderEliminarMe encanta que te gusten. El objetivo era darle un toque crujiente y de sabor. Puedes ponerle el topping que más te guste! Si las haces me cuentas qué tal el resultado! ^^
EliminarSolo hace falta el té para completar estas madeleines espectaculares! Ya te contaré si me quedan igual en cuanto las prepare
ResponderEliminarAcompañadas de té o café es lo ideal. Me encantará ver tu propuesta si te animas. Un abrazo!
EliminarQué bonitas madeleines. Un par de ellas ahora con el café, de puro lujo. Te han quedado ideales.
ResponderEliminarEncantada de que te gusten. Apetecen con el café a todas horas!! Muchas gracias. Un saludo muy dulce!
EliminarMuchas gracias por esta receta detallada! Un abrazo
ResponderEliminarMuchas gracias David! 🥰 Encantada que te gusten mis madeleines!
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