Regresamos de nuevo con los Maritozzi. Publicamos la receta número 400 con unos bollitos que me han conquistado. Ya los he elaborado varias veces y me traen recuerdos de cuando los descubrí hace unos años.
Este pan de leche o brioche al estilo italiano es típico de la ciudad eterna. Son dulces típicos de Roma y existen desde la Edad Media en su versión más primitiva. Maritozzo es una manera de llamar al marido de forma burlona en italia, ya que 'marito' es marido en el país transalpino.
Este dulce que existe hace varios siglos y que se ha relacionado también con el periodo de cuaresma como "Er santo maritozzo", tenía una fecha especial, donde cada primer viernes de marzo, los futuros prometidos llevaban este bollito con una joya o anillo dentro del relleno, como símbolo de pedida a su futura esposa. Aunque también los horneaban las doncellas casaderas en busca del futuro "marito".
Hoy en día es muy popular y se puede disfrutar en cualquier época de año en la capital romana. Son la versión italiana de los suizos madrileños. Brioche con base de leche y doble fermentación, que va relleno de panna o nata en su versión clásica.
Rellené los míos con nata y crema de pistacho que compré en Nápoles, producida en Marigliano, un pueblecito a los pies del Vesubio. Fue toda una experiencia mi viaje por el sur de Italia y poder elaborar el relleno con esta crema fue algo especial ya que quería utilizarla en una receta con significado.
Es delicioso el contraste de la nata fresca con el sabor de la crema de pistacho. Son bollitos tiernos y los trocitos de pistacho le dan un plus de textura crujiente. ¡Pasemos a la receta!
Ingredientes: 8 unidades
- 250 grs. harina fuerza
- 250 grs. harina repostería
- 10 grs. levadura fresca
- 90 grs. azúcar
- 40 grs. mantequilla fundida
- Ralladura 1/2 limón
- 1 cdta. vainilla
- 300 ml. leche
Relleno:
- 400 ml. nata montar
- 5 cdtas. crema pistacho
- 30 grs. azúcar glass
- Pistachos troceados y azúcar glass para decorar
Preparación:
Comenzamos añadiendo en un bol la harina con levadura disuelta en un poco de leche. Agregamos el azúcar, la mantequilla, la ralladura de limón y la vainilla. Mezclamos bien a mano o con nuestro robot de cocina.
Añadimos la leche templada en varios pasos hasta que se vaya integrando completamente. Iremos viendo que va tomando forma suave y elástica. Boleamos y dejamos reposar 2 horas o hasta que doble en un recipiente cubierto.
Para el relleno montamos la nata bien fría. Cuando empiece a tomar volumen, añadimos azúcar y después la crema de pistacho a cucharadas. Cortamos los bollitos en modo oblicuo y rellenamos, los abrimos un poco, sin miedo, y dejamos que la manga haga su trabajo. Con una espátula retiramos en sobrante. Decoramos con azúcar glass y pistachos sobre la crema.
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